Termas

Sin duda, el edificio mejor conservado y más representativo del yacimiento es el de las termas. Desde el siglo XI, las termas han dado nombre a nuestro yacimiento: Los Bañales.
El edifico tenía capacidad para unas sesenta personas, escasa para el volumen de población, en torno a 2000 personas que tenía la ciudad cuando se construyeron, a finales del siglo I d.C. Sin embargo, cuentan con todas las salas necesarias para un aseo completo.
Se accedía por un vestíbulo donde se encontraba la taquilla y el control de entrada y salida. La siguiente sala a la que llegamos es el vestuario -apodyterium-. Allí se conservan los huecos que pertenecieron a las "taquillas". Desde esta sala se puede acceder al todas las demás: frigidarium (sala de agua fría) que cuenta con una natatio (piscina) de poca capacidad; tepidarium (sauna de temperatura templada) y; caldarium (sala de agua caliente) que tiene dentro una sudatio (sauna). Desde el frigidarium y desde fuera del edificio se podían acceder a las letrinas.

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